
Lovaina tiene mucho que ofrecer

Este hecho se debe a la eterna rivalidad entre Bruselas y Lovaina, pues cada ciudad quería perfilarse como la capital del Ducado de Brabante y tener la residencia del duque. Pero los ciudadanos de Lovaina cada vez querían más privilegios y libertades. De manera que los duques se cansaron y dejaron Lovaina, instalándose en su nuevo palacio en pleno centro de Bruselas. Como composición, Lovaina recibió el privilegio de poder tener una Escuela Superior, que fue fundada el 9 de Diciembre 1.425 por un decreto del Papa Martín V. Este colegio fue la cuna de la actual Universidad, que es la más antigua de los Países Bajos y la Universidad Católica más antigua del mundo.
Lovaina sufrió durante su existencia innumerables guerras e incendios. Es un milagro que aún queden tantos monumentos y es imposible enumerarlos aquí. En el centro turístico (Naamsestraat n° 1) encontrará muy buena información.
Merece hacer una visita al Ayuntamiento, la Iglesia de San Pedro (en Lovaina hay 16 iglesias!), la Biblioteca Universitaria, la Sede de la Universidad (Halle), el Gran Jardín de las Beguinas, el Jardín Botánico, la Plaza de los Mártires, la nueva Estación de ferrocarril y los múltiples colegios de la Universidad.
Lovaina es una ciudad plagada de bonitas esculturas de diversos estilos, que podemos encontrar en cada rincón. Fuera del recinto de la ciudad, pero a poco distancia, también se puede visitar: la abadía de Park (fundada en 1.129) y el castillo de Arenberg. En 1.996 este castillo y su parque fueron donados por la familia De Croÿ a la Universidad.
Lovaina es una ciudad hecha a medida de los peatones y de los ciclistas. Todo se puede visitar a pie, no hay largas distancias. Olvídense del coche y aprovechen para caminar. ¿Cansados de andar? Hay docenas de bares y restaurantes donde descansar y cargarse las baterías.
¿Quieren preparar su visita a Lovaina?